AMIHOPE®SB: la tecnología de aminoácidos ofrece una nueva esperanza para reducir los microplásticos

La mayoría de los plásticos que usamos todos los días son fáciles de detectar: ​​envases de alimentos y bebidas, pajitas para beber, bolsas de compras y botellas de cosméticos, por nombrar algunos. Con límites en la capacidad y viabilidad del reciclaje, todos sabemos que la mejor manera de reducir los desechos plásticos es con alternativas amigables con el medio ambiente, como cajas de papel, bolsas de lona, ​​tazas, popotes reutilizables y jabón en barra, por ejemplo.

Otros tipos de plástico no son tan visibles; a veces, son literalmente microscópicos. Los plásticos de menos de 5 mm de diámetro se denominan microplásticos. Pueden dañar los ecosistemas terrestres y marinos e incluso ascender en la cadena alimentaria hasta los humanos, lo que representa un riesgo para la salud. Los derivados de la descomposición de los plásticos en el medio ambiente se denominan microplásticos secundarios. Los que tienen menos de 5 mm antes de entrar al medio ambiente se denominan microplásticos primarios.

Las microesferas son una categoría de microplásticos primarios con muchos usos comerciales e industriales, desde la medicina hasta la agricultura y la cosmética. Anualmente, los productos cosméticos representan alrededor del 15 % de todas las microesferas utilizadas comercialmente. Las microesferas de menos de 20 μm* de diámetro se utilizan en productos como las cremas hidratantes y el maquillaje porque su suavidad y redondez mejoran la sedosidad y la capacidad de untar. Pero debido a que son tan pequeñas, las microesferas pueden pasar a través de los filtros de tratamiento de aguas residuales hacia el océano.

Con una atención cada vez mayor en la sostenibilidad, los países de todo el mundo han aprobado regulaciones sobre el uso de microesferas en cosméticos. Los materiales de origen natural o respetuosos con el medio ambiente, como la sal marina, han reemplazado a las microesferas en los limpiadores exfoliantes y otros productos de lavado. Sin embargo, para el maquillaje y otros cosméticos que no se aclaran, los materiales biodegradables como la sílice y la celulosa simplemente no ofrecen las mismas propiedades y funcionalidad que las microesferas.

Usando décadas de conocimiento en la ciencia de los aminoácidos, el Grupo Ajinomoto ha desarrollado una nueva tecnología de recubrimiento para sílice y otros materiales naturales. Utiliza lauroil lisina, una combinación de ácido láurico, abundante en palmeras y otras plantas, y lisina, un aminoácido. En julio de 2022, el Grupo lanzó su serie AMIHOPE® SB de perlas sostenibles sin plástico para uso cosmético basadas en esta tecnología. Estos polvos permiten a los fabricantes lograr productos de maquillaje, cuidado de la piel y cuidado del cabello respetuosos con el medio ambiente pero de alta calidad.

“Se han desarrollado varias tecnologías de recubrimiento durante los últimos 20 años, pero se necesitaba un recubrimiento más eficiente para lograr la sensación y función deseadas”, dice Shuvendu Biswas, quien supervisó el desarrollo. “Para lograr lo que todos pensaban que era imposible, tuvimos que idear un nuevo método que no estuviera sujeto a las ideas existentes. Por casualidad, descubrimos la tecnología de recubrimiento óptima utilizando un método que era el opuesto al existente”.

El compromiso de Grupo Ajinomoto con la sustentabilidad lo llevó a desarrollar los primeros materiales a base de aminoácidos amigables con el ser humano y el medio ambiente hace más de medio siglo. En 1972, lanzó el primer detergente a base de aminoácidos del mundo hecho de ácido glutámico producido por fermentación a base de plantas. A partir de 2019, proporciona materiales cosméticos a base de aminoácidos a más de 5,000 fabricantes en 55 países.

“Los cosméticos tienen el poder no solo de hacer que las personas se sientan hermosas por fuera, sino también de darles energía y esperanza por dentro”, dice Biswas. “El nombre AMIHOPE® expresa nuestro deseo de lograr un entorno más hermoso y un futuro esperanzador a través de materiales cosméticos sostenibles”. El Grupo ahora está explorando la posibilidad de utilizar su tecnología AMIHOPE® para encontrar alternativas a las microesferas en otras industrias.